
La FEDME ha publicado una declaración de apoyo a la contratacion de guias de montaña profesionales.
HOY MÁS QUE NUNCA, GUÍAS DE MONTAÑA
Este año 2020 nos estamos enfrentando a un escenario inédito que ha puesto en una situación crítica a nuestro sistema sanitario y también a la economía mundial. La pandemia por Covid-19 nos ha llevado a una emergencia sanitaria que ha exigido detener nuestro ritmo de vida habitual y obligarnos a un confinamiento que ha propiciado un fuerte impacto socioeconómico global, muy especialmente en algunos sectores como el del turismo. Nos encontramos ante una crisis económica comparable a los provocados por una guerra mundial.
Una de las medidas de gestión más aplicadas en el mundo ha sido la cuarentena o el confinamiento, esto ha obligado a más de la mitad de la población mundial a aislarse en casa y, en muchos casos, a paralizar e incluso abandonar su actividad laboral. Debido a las estrictas medidas aplicadas por los gobiernos para evitar la expansión de la enfermedad
muchas industrias, especialmente las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, se han visto forzados a reducir su actividad habitual, trabajar en condiciones muy restringidas o incluso cesar temporalmente su actividad.
Sin duda el sector más afectado por la pandemia ha sido el turismo, con un 0% de actividad en todo el mundo durante los meses de confinamiento. Por otro lado, la estrategia a nivel mundial ha sido la del cierre de fronteras dando, de esa
forma, el toque de gracia al sector. Con las fronteras cerradas se bloquea la entrada de turistas extranjeros y se prohíbe la salida del turista español a otros destinos.
Afortunadamente, y pese a las consecuencias económicas, la pandemia parece prácticamente controlada en nuestro país pero, no por ello debemos bajar la guardia. En el momento en que comenzó a bajar la curva y se empezó a hablar de desescalada, la Asociación Española de Guías de Montaña (AEGM) se puso manos a la obra para desarrollar todas las acciones posibles con el fin de reiniciar la actividad profesional en este escenario de “nueva normalidad”.
Desde la AEGM, y en colaboración con epidemiólogos y otros profesionales de la gestión del riesgo, y con el beneplácito del Instituto para la Calidad Turística Española, se ha desarrollado un exhaustivo protocolo de seguridad higiénico sanitaria para que los guías de montaña lo incorporen a su actividad profesional. Este documento señala una serie de
rigurosas directrices para poder desarrollar actividades de montaña preservando la seguridad del guía y de sus clientes.
Gestión_del_riesgo_higiénico_sanitario_Covid-19
Con el comienzo de la desescalada, y viendo cada vez más cerca la posibilidad de retomar la actividad, la comunidad de guías ha trabajado intensamente en incorporar estos protocolos a su rutina de trabajo. Desarrollando la documentación pertinente, adquiriendo y probando materiales y EPIs y, en muchos casos, reinventando sus actividades.
Pero si hay un profesional acostumbrado a la gestión de riesgos, a manejar protocolos y tomar decisiones en situaciones delicadas, ése es el guía de montaña. A sus protocolos para gestionar el riesgo de aludes o los peligros subjetivos, ahora se suma el de prevención del Covid-19. A su checklist de material para la actividad, ahora se incorporan mascarillas, guantes, gel hidroalcohólico y productos desinfectantes. Y, a sus horas de trabajo con cartografia y manuales, se añaden horas de planificación de nuevos recorridos y actividades donde se pueda llevar a cabo el distanciamiento social y minimizar aún más los riesgos de un posible accidente que ocuparía a personal y medios sanitarios requeridos por un paciente por coronavirus. Por definición los guías son gestores de riesgos.
Los guías de montaña siempre han contado con la confianza de sus clientes, debido a sus capacidades profesionales relacionadas con la orientación, el manejo de cuerdas, las técnicas de progresión y seguridad en terrenos con dificultades técnicas, y a su sólido conocimiento de las directrices y protocolos de gestión de riesgos y emergencias. En este momento se hace necesario fortalecer esta confianza frente al riesgo de contagio de la Covid-19 y es por lo que todos los guías se rigen por este manual de recomendaciones higiénico-sanitarias.
Hoy, más que nunca, desde la FEDME hacemos un llamamiento a los amantes de las actividades en montaña para impulsar la figura del guía de montaña, por tres motivos esenciales:
RESPONSABILIDAD: contratando un guía de montaña tenemos la garanha de estar realizando nuestra actividad de forma segura, cumpliendo los protocolos necesarios para evitar la transmisión de la Covid-19 pero también evitando cualquier riesgo innecesario que pueda requerir asistencia sanitaria. Los primeros días de desescalada se registraron rescates de heridos en barrancos, en zonas de alta montaña y es muy probable que la impaciencia por salir a la montaña, unido a la baja forma fisica causada por el confinamiento, traigan consigo una escalada de incidentes durante la práctica de actividades en el medio natural. Ahora se hace más necesario que nunca gestionar los riesgos y para ello contamos con los guías de montaña.
SOSTENIBILIDAD: si hay algo positivo que ha traído la pandemia es el confinamiento de la naturaleza. Han dado la vuelta al mundo las escenas de bosques regenerándose, aves criando en lugares donde antes no lo habían hecho, e incluso ciervos, osos o lobos aproximándose como nunca a las ciudades. En estos momentos los espacios naturales son más frágiles que nunca y las salidas a la montaña pueden ser un riesgo para estos ecosistemas. Otro de los principios que rigen la actividad de un guía de montaña es el de desarrollar su actividad bajo criterios de sostenibilidad, pues aman la montaña pero además es su espacio de trabajo, por lo que su cuidado es esencial para no comprometer su futuro. Los guías de montaña planifican sus actividades evitando zonas de cría, épocas sensibles, gestionando los flujos de visitantes para evitar masificación y, por supuesto, concienciando a sus clientes de la importancia de cuidar el entorno. En estos momentos la figura del guía es fundamental para no destruir ese espacio que la naturaleza ha recuperado durante el confinamiento.
SOLIDARIDAD: son muchos los guías de montaña que han visto reducidos a cero sus ingresos durante los meses de confinamiento, sin que por ello sus gastos se hayan reducido: seguros de accidentes, cuotas de autónomo, alquiler de locales, préstamos por adquisición de material, vehículos, penalizaciones por cancelaciones de reservas, todo ello unido a sus gastos diarios, pues no hay que olvidar que detrás de cada guía hay una familia. Muchos de estos guías dependen de clientes extranjeros (por ejemplo los guías de barrancos del Pirineo tienen un 60% de clientes de origen francés) o de viajes internacionales (por ejemplo ascensiones en Alpes, Dolomitas, Himalaya o viajes de trekking por Islandia, Escocia, Canadá, África), que quedarán relegados hasta que la situación mundial se normalice. Los meses estivales son la última esperanza para muchos de contrarrestar las pérdidas económicas de primavera y las que puedan originarse ante un posible rebrote del virus en los meses de otoño/invierno. Los guías de montaña son además dinamizadores del medio rural y gracias a ellos otros colectivos del sector turístico se ven beneficiados. En este sentido pedimos el apoyo de los amantes de la montaña a un sector necesario y del cual viven muchos profesionales.
En definiva, cuando dejemos atrás la fase de confinamiento, será el momento de cambiar nuestros hábitos también en nuestro ocio y nuestros viajes y creemos que más nunca es el momento de disfrutar de una oferta personalizada, bajo unos elevados criterios de seguridad y sostenibilidad y no hay mejor forma de hacerlo que apostando por los guías de
montaña profesionales.
Descargar en formato pdf desde aquí