De entre las «perlas» a las que nos tienen acostumbrados la actual directiva de la FEMPA ( la federación de montaña de Asturies) en conjunción con el periódico La Nueva España no se si me ha sorprendido mas las últimas declaraciones de su presidente, como las formas y el titular del medio de comunicación:
"La ruta del Cares no es un paseo, sino una trampa mortal", alertan los montañeros
Las ocurrencias de uno son un disparate, que el titular de los otros tiñe de amarillo chirriante. LNE lleva años citando las ocurrencias del ente federativo como la opinión de «los montañeros». Por favor, en el futuro citen con propiedad, es lo mínimo que se pide a un medio de comunicación del prestigio que se les presupone. La actual directiva de la FEMPA declara manifiestos, que en muchos casos, últimamente demasiados, son contrapuestos con el pensamiento y los intereses del colectivo montañero. La realidad que alienta esos actos es que la actual directiva de la FEMPA mantiene un tenso pulso con el Gobierno del Principado por cuestiones económicas derivadas de las infraestructuras que gestionan, como los refugios de montaña, y el periódico actúa de «palanganero». Política de ínfimo nivel con tufillo extorsionador. El colectivo montañero sufre a unos y otros, sin excepciones.
Vayamos ahora a las última ocurrencia sobre la senda montañera más famosa de Picos de Europa: el perenne Sr. presidente de la FEMPA declara estar a favor de restringir el acceso a las abuelitas que no estén entrenadas y prohibirlo a los «incontrolables» menores de edad. Además, propone cobrar una «ecotasa» para pagar un hospital de campaña y/o informadores sobre la peligrosidad de un sendero de pequeño recorrido señalizado, de unos 400 metros de desnivel total y en el que es imposible perderse. Ah! se me olvidada, «La Garganta Divina» también tiene, en su versada opinión, un alto riesgo cardiológico. De ahí lo del hospital de campaña, supongo. Se le olvido pedir obra civil, por supuesto con presupuestos a cargo o bajo el «asesoramiento» del organismo que preside, para los continuos derrumbes de rocas, o la instalación de quitamiedos para el «abismo».
La auténtica trampa mortal, para los sectores socioeconómicos implicados, es publicar esas declaraciones, con ese titular, en el periódico de mayor tirada de una región que pretende salir de su profunda crisis actual, apoyándose en el turismo activo de calidad.
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