Juanjo Álvarez García. 51 años. Residente en Sotres desde el año 1990. Guía de montaña TD2-AEGM desde hace 29 años. Desde hace 25 años está especializado en guiar trekkings con clientes extranjeros en Picos de Europa.
-Como representante de la AEGM has mantenido una reunión, respecto al nuevo PRUG del PN Picos de Europa con un representante del Gobierno Asturiano. ¿Qué has ido a exponer?
Como representante del colectivo he ido a trasladar a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno del Principado de Asturias, la inquietud de la AEGM (Asociación Española de Guías de Montaña) sobre algunos temas importantes para el colectivo de guías, como la nula visibilidad e integración del colectivo dentro de los diferentes ámbitos de gestión del Parque Nacional. En el Articulo 44 del nuevo PRUG se menciona un comité de deportes de senderismo, montañismo y escalada formado por la administración gestora, y las federaciones de montaña de las autonomías con territorio en el PNPE. Dicho comité tendrá una función informativa pero no vinculante. Opinamos que los guías de montaña locales deben formar parte, ya que poseen excelente información sobre el terreno, sobre Los Picos, que día a día patean y escalan. Conocen cada esquina de los mismos. No se nos nombra o convoca para formar parte de este comité, aunque tengo que decir que después de esta reunión y a través del trámite pertinente, una alegación, se nos tendrá en cuenta para poder pertenecer a él.
Yo he leído el borrador del nuevo PRUG, sobre todo la parte que concierne a nuestra profesión de guía de montaña, y he de reconocer que si es un documento difícil de leer, lo es mucho más de interpretar. Algunos de los artículos me han puesto los pocos pelos que me quedan de punta. En el afán de preparar las alegaciones pertinentes he contactado con varios compañeros de la AEGM, el nerviosismo es creciente dentro del colectivo, y propuse recabar información sobre esos puntos en el lugar donde se «cocinó» este documento para así tener información de primerísima mano y poder opinar y ofrecer explicación de alguna de las medidas que más nos podría afectar.
En otros países, con más tradición alpina, los guías de montaña tiene un reconocimiento y un estatus ante organismos y población, que aquí por el momento ni siquiera soñamos. Nos gustaría que el PNPE nos reconociera y tuviera en cuenta un código de buenas prácticas donde se nos reconociera la labor que realizamos no solo con nuestros clientes, si no también con el resto de montañeros y usuarios del PNPE que reciben nuestro consejo, ayuda o auxilio. Algo que compartimos con los gestores (guardas) de los refugios. Esta es otra de las cuestiones que pretendemos incluir en nuestras alegaciones.
-Al colectivo le preocupan de manera significativa varios puntos expuestos en el PRUG. Uno de los más conflictivos es la necesidad futura de estar formados y homologados por el Parque Nacional…
Este es uno de los puntos más sorprendentes de este PRUG, aunque una vez explicado por el viceconsejero, mi percepción de lo que quieren hacer es completamente diferente a cuando lo leí en el borrador. Ni el PNPE ni ninguno de los gestores de las comunidades que forman el PNPE son centros formadores. La legislación en cuanto a guías de montaña es regulada por el decreto de turismo activo en cada región. Este documento es similar en las tres regiones, pero cada uno tiene sus particularidades y características. Lo que sí es común es que la figura de guía de montaña es la misma dentro del decreto de turismo activo que la de guía de patrimonio histórico, guía de turismo urbano o cualquier otra, y regula lo mismo la escalada que el airsoft, o los patinetes y bicis de agua, etc. Todo está al mismo nivel en el mismo decreto.
En el PRUG se habla de formación y homologaciones. En nuestro caso, en el que todos los guías AEGM tienen una formación reglada, el problema son las homologaciones por parte del PNPE. Gracias al esfuerzo de la AEGM se ha conseguido una enseñanza reglada común para todo el territorio nacional, y que será la vara de medir para la concesión de estas homologaciones. Quien esté en posesión de titulación de técnico deportivo en montaña, TD1, TD2 y TD3 , y supongo que los seguros pertinentes, alta en SS, etc. podrá ser homologado automáticamente por PNPE para trabajar en su territorio, al igual que los guías con titulación internacional reglada. Todos los parámetros de cómo serán en detalle estas homologaciones están aún por definir, pero la AEGM tendrá su lugar en el diseño de dichas homologaciones. El resultado de este proceso será el de tener unas credenciales que nos autoricen a trabajar dentro del espacio del PNPE y a su vez serán validas para los accesos que sean restringidos al público en general y accesos regulados. Todo esto afectará a los guías locales, de las comunidades autonómicas del PNPE y por supuesto de todo el territorio nacional, ya que es nuestra misión como representantes de la AEGM, velar por sus intereses también.
Estos son los argumentos que se han expuesto en esta reunión. Seguramente no todos los afectados estarán de acuerdo, y la mejor forma de transmitir su oposición o descontento es formulando una alegación al PRUG.
-Otro punto conflictivo es la de la zonificación y regulaciones de paso. De manera especial en La Forcadona, las canales del Cares o el neveru del Trasllambrión, que son zonas clásicas de paso.
La zonificación es otro de los puntos importantes a tratar y que será motivo de alegaciones por parte de la AEGM.
Las canales del Cares, según el borrador del PRUG serán zona de uso restringido, y en principio se podrá pasar igual que actualmente ya que como se menciona en el documento, en este tipo de zona se podrán utilizar «caminos, sendas y trochas» con lo que quedan incluidos todos los caminos tradicionales que conducen desde el Cornión y el Macizo Central a el Cares, por sus canales. Pasa lo mismo con toda la zona de uso restringido, que abarca casi toda la parte alta de los tres macizos… no tiene sentido una regulación restrictiva. Es incongruente anunciar que el montañismo es un uso tradicional del PNPE y regular su uso de esta forma.
En cuanto a la zona de reserva de La Forcadona y su glaciar fósil, último vestigio milenario de los glaciares de los Picos de Europa: será otra de las alegaciones de la AEGM. Es una zona muy importante para nosotros y todos los montañeros, ya que es paso clave para la vuelta a Vega Huerta después de escalar las vías de la cara sur de Peña Santa, o hacer la travesía del Cornión, por ejemplo.
Este glaciar fósil, que por supuesto que hay que poner en valor ya que es una joya, pero una joya escondida, que no se pisa nunca por el invierno porque está debajo de 5 metros de nieve y por el verano por un nevero de más de un metro de espesor. Además si este desaparece por una temporada muy seca, está protegido por una pedrera importante, que impiden que el glaciar fósil quede al descubierto. Si por causas del cambio climático la fusión nival fuese tan brutal, se puede evitar pasar por encima. Opinamos que se podría señalizar y acotar para evitar el supuesto daño, que para nuestro entender es inapreciable, sin prohibir esa zona.
-En enero de 2019 se presentará el documento públicamente y se abre un periodo de alegaciones. ¿ Qué puntos consideráis defender como más importantes para vuestros intereses como colectivo ?
Los puntos anteriormente enumerados creo que son los más importantes para nosotros, aunque seguramente habrá alguno más que tendremos que ir incorporando. Nuestro objetivo prioritario es hacer entender al PNPE que no somos, ni nos pueden catalogar como montañeros o deportistas, somos profesionales de la montaña. Realizamos una actividad física y deportiva, que se desarrolla en el ámbito de la montaña, pero somos un sector laboral reglado, con formación reglada y que no debemos ni queremos ser representados por las federaciones deportivas de montaña y tampoco englobados en ellas. Somos un colectivo altamente capacitado y profesional, que tiene muchas cosas positivas que aportar y que debe estar representado en los órganos consultivos del PNPE.
Los artículos y opiniones que aparecen en esta publicación reflejan las opiniones de sus respectivos autores, y no tienen por qué coincidir con las del equipo editorial.