
Cima del Cho Oyu en 1994
Entre sus escaladas, aperturas y ascensiones, realizadas con impecable estilo, podríamos destacar una nueva ruta en solitario y en invierno por la cara oeste del Ama Dablam, una nueva ruta en solitario al Cho Oyu, o la ascensión al K2 en solitario por la ruta Cesen, en 48 horas. Introducción a un historial, muy inspirador, en algunas ocasiones compartido con su esposa Taeko Nagao.
El alpinista japonés Yasushi Yamanoi, recibirá un Piolet de Oro especial por toda su trayectoria, en la edición 2021.
Yasushi Yamanoi, nacido en 1965, comenzó a escalar por su cuenta, después de inspirarse en la película francesa «Mort d’un Guide». A los 14 ya escalaba vías cortas de roca. Mientras estudiaba en la escuela secundaria realizó muchas escaladas de varios largos en solitario. Sus compañeros lo conocían, por aquel entonces, como «el hombre más cercano al cielo». Después de dejar la escuela Yamanoi se concentró en mejorar sus habilidades como escalador, esforzándose por volverse extremadamente competente en la escalada de fisuras y el artificial duro. ¿A dónde ir a mediados de la década de 1980, sino a Estados Unidos?. Pasa entre tres y cinco meses al año en los EE. UU, desde 1984 hasta 1987, a veces trabajando en un restaurante de Los Ángeles y otras escalando vías como «Cosmic Debris» (5.13a) o la infame «Sphynx Crack» (5.13b) en la zona de South Platte ( Colorado). En esa época escala varias vías de roca, en solo, de hasta 5.11a. En 1987 viajó a los Alpes para realizar la primera ascensión en solitario de la «Direttissima francesa» al Dru. A continuación, nueva ruta: de nuevo en solitario, 1.400 m en la cara oeste/arista norte del monte Thor, en la isla de Baffin.
En Julio de 1990, se convierte en una figura del alpinismo al ser la primera persona en ascender solo el Fitz Roy en invierno.

Escalando en Yosemite
Entra en el mundo de la escalada a gran altura en 1991, cuando formando parte de una expedición japonesa convencional, alcanza la cima del Broad Peak. Si bien la experiencia lo convenció de que nunca volvería a escalar con ese estilo pesado, la expedición tuvo otros beneficios: también llega a la cima Taeko Nagao, una de las mejores alpinistas de Japón. Se convertirían en socios inseparables y se casarían en 1996. Al año siguiente, Yamanoi alcanzaría la cima de Ama Dablam durante el invierno nepalí por una nueva ruta , que discurre por la cara oeste y la arista suroeste.
Después del monzón de 1994 en el Cho Oyu, Yamanoi se unió a un club extremadamente elitista: el de los pocos que han han abierto en solitario una ruta a un pico de +8.000 m. Mientras Taeko, formando cordada con la alpinista Yuka Endo, realizaba la primera repetición de la ruta Kurtyka-Lorétan-Troillet en la cara suroeste, Yasushi Yamanoi ascendía por una nueva línea de 2.200 m a la izquierda. Al llegar a la cima, Yamanoi tuvo que buscar y gestionar la bajada por la ruta normal, sin huella. Siente que esta fue su mejor ascensión, aunque cita como la escalada más difícil técnicamente de su carrera la primera ascensión en solitario de la cara este de Kusum Kanguru, en 1998.
El regreso al Karakorum en 1995 dio frutos, con el primer ascenso de la cara suroeste de Bublimotin, una pared de 800 m con dificultades 5.10 A3 + , en el valle de Hunza, Pakistán. Fue escalada estilo cápsula en 12 días con Taeko y Daisaku Nakaga como compañeros. Cinco años más tarde, la pareja uniría fuerzas con Voytek Kurtyka para un intento en la cara este del K2, aún sin escalar. Frustrado el objetivo por el mal tiempo, Yamanoi hizo un ascenso en solitario del espolón sur-sureste (comúnmente conocido como la ruta Cesen), alcanzando la cima en 48 horas, el ascenso más rápido de la ruta en ese momento. Naturalmente, y como siempre, fue sin oxígeno. Al año siguiente, los tres regresaron para intentar la cara norte del Latok I, pero el clima volvió a interferir y en su lugar hicieron una nueva ruta, «Vertical Picnic» (5.10 A2), en el Biacherahi Central, escalando la cara sur durante seis días.

Con Voytek Kurtyka y Taeko Nagao
Yasushi Yamanoi también dejaría huella en Perú, donde en 1997 realizó en solitario una nueva ruta en la cara sureste del Huandoy Este, y en 2013, con Masaru Noda, la primera ascensión de la cara sureste de Puscanturpa Este.
La expedición de 2002 al Tíbet para hacer el segundo ascenso de la ruta eslovena en la cara norte del Gyachang Kang, la decimoquinta cumbre más alta del mundo -que rara vez se escala-, cambiaría la vida de la pareja. La escalada de Taeko, en puro estilo alpino, se detuvo a 7.600 m, lo que forzó a Yasushi a llegar a la cima solo, con un clima en deterioro. El descenso se convirtió en una gran epopeya de avalanchas, pérdida de visión y congelaciones. Al regresar a Japón, ambos sufrieron amputaciones considerables (Taeko ya había perdido dedos en el Makalu), y Yasushi perdió todos los dedos de su pie derecho y cinco dedos en las manos. Antes de la evacuación de la montaña, Taeko hizo prometer a Yasushi que regresarían para sacar su basura, que obviamente no pudieron sacar en aquel momento. La recuperación fue comprensiblemente lenta, pero en 2005 Yasushi pudo establecer una nueva y excelente ruta en la cara norte de Potala Shan en el Parque Nacional Siguniang (China) bautizada como «Jiayou», escalado en estilo cápsula 18 largos de hasta 5.8 A3 + durante siete días, con un clima generalmente malo, aunque no alcanzó la cima. Más tarde, con su esposa y Satoshi Kimoto, abrieron «Orca» (1.250 m, 5.10+ A2) en el Milne Land, en el este de Groenlandia, y en 2011, refinó su escalada de fisuras con pocos dedos en «Zombie» un techo de 5.13a en Squamish. Su último ascenso en el Himalaya, en 2017 con Takaaki Furuhata [con quien anteriormente se había visto obligado a retirarse desde lo alto en la codiciada cara norte de Kangchung Nup en el Khumbu], fue la primera al Rucho, un pico de 5.970 m en la India.

Esparadrapo para escalar fisuras…
Pero deberíamos mirar más allá de estos exitosos primeros ascensos, hacia su notable colección de intentos, en solitario, de excelente estilo. El mes antes de su ascenso al Ama Dablam, Yamanoi hizo un enérgico intento a una nueva línea en la cara oeste-1.200 metros- del Mera Peak, (Nepal). Cinco días escalando 26 largos de VIº UIAA y A4 antes de tener que retirarse cerca del final de las dificultades. Se retiró desde los 7.000 m en la cara este -aún sin escalar- del Gasherbrum IV, desde los 7.300 m de la virgen cara oeste del Makalu, golpeado por una piedra en la cara. Desde la cara oeste del poco visitado Karjiang , un pico de 7.000 m en la frontera entre el Tíbet y Bután, y de la cresta noroeste, aún sin escalar, del Tahu Ratum en el Karakorum.

Escalando en el Gyachung Kang a 7300 m
Yasushi Yamanoi ha adoptado un estilo de vida humilde, viviendo durante los meses de invierno de su juventud con los ingresos obtenidos del transporte de cargas en el Monte Fuji. Esto y su carisma, son factores que le han hecho ser muy querido y respetado por muchos escaladores, no solo en Japón, también en Corea del Sur. Su autobiografía de 2004, «Vertical Memories«, escrita durante su convalecencia por las congelaciones, fue muy popular en Japón, pero el libro de 2005, «Frozen«, del famoso autor japonés Kotaro Sawaki, sobre la supervivencia en el Gyachung Kang, se convirtió en un éxito de ventas e hizo que el nombre de Yamanoi fuera conocido en Japón fuera de la comunidad de escalada.
En 2011 recibió el premio Piolets d’Or Asia Career Award.

Porteando en el Monte Fuji en 1991
Ya sea solo, con su pareja o con amigos, Yasushi Yamanoi ha demostrado una gran creatividad, compromiso y resistencia. Su estilo y sus meritorios ascensos, a menudo discretos, allanaron el camino para que los escaladores japoneses más jóvenes adoptaran su estilo alpino minimalista.
Junto con su gran respeto por el medio ambiente, hacen de Yasushi Yamanoi un dignísimo destinatario del 13 ° Piolet de Oro por toda su trayectoria.