Volveremos… pero con cuidado


Volveremos, saldremos, nos estamos pasando este largo confinamiento haciendo planes y no es malo, ayuda a entretenerse el mirar mapas, croquis o fotos mientras cumplimos la obligación de estar metidos entre cuatro paredes.

Pero llegará el día  en que los que se están batiendo el cobre enfundados en plástico empiecen a tener menos trabajo y dobleguen la curva del demonio. Un camino en el cual se nos está quedando demasiada gente pero que acabaremos de recorrer: pálidos, cojos y doloridos pero alcanzaremos ese dia…. Y saldremos.

Saldremos en busca de la libertad que encontramos en los espacios abiertos, a mirar más allá del patio o la fachada de enfrente, huiremos del infumable “Resistiré”,  saldremos al monte.

Y saldremos como caballos desbocados, y la vamos a liar. Como diría el meme de Julio Iglesias.- ¡lo sabéis!. No quiero ser yo pájaro de mal agüero ni mucho menos, pero nuestro cerebro ansioso y ávido  de endorfinas nos la puede jugar si no nos paramos a pensar.

Si, nuestro querido cerebro, algunas veces nos hace obviar información que debería alertarnos de algunos peligros en pos de la consecución de un objetivo prefijado, esto que puede sonar  algo abstracto no es ni de lejos nuevo, Ian McCammon lo demostró estudiando accidentes con víctimas de avalanchas en Estados Unidos ya en 2004. La premisa que buscaba era ¿Por qué grupos de expertos en montaña, informados llegaban a tomar decisiones erróneas que desembocaban en accidentes mortales?

Tras mucho análisis y estudio serio McCammon identificó una serie de patrones en la  toma de decisiones erróneas: familiaridad, aceptación, consistencia, halo de experto, facilitación social  y escasez.

Este último «la escasez » va a ser nuestro problema.

La trampa mental de la escasez es la tendencia que tenemos de valorar oportunidades en proporción a la posibilidad de perderlas, y llevamos ya un mes perdiéndolas todas. Desde hace más de 50 años no ha habido un periodo tan largo de ausencia de práctica montañera y el escenario es de libro para que nuestro cerebro nos la juegue el día uno después del COVID (Las siglas d.c. empiezan a cambiar de significado).

No podemos salir, el dia que ya nos dejen, como caballos desbocados. Tengámoslo en cuenta, salgamos, claro que sí, pero bajemos un cambio, ni nuestro cuerpo está como debería por mucho que hayamos entrenado en casa ni tenemos la info  de las condiciones reales del monte que estábamos acostumbrados a tener.

Que no encadenemos una cuarentena con una pata en alto tres meses.

Y por favor, que alguien saque un real decreto prohibiendo el Resistiré a perpetuidad.

Otro confinado…

Fernando Calvo

https://www.guiasdelpicu.com/

P.S Si te interesa el tema  puedes leer aquí el texto de la presentación original de Ian McCammon


Los artículos y opiniones que aparecen en esta publicación reflejan las opiniones de sus respectivos autores, y no tienen por qué coincidir con las del equipo editorial.


 

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