
Alberto Boza es un activo escalador, montañero y corredor de montaña que lleva más de treinta años realizando actividad en los Picos de Europa y la Cordillera Cantábrica. Licenciado en pedagogía por la Universidad de Oviedo, además es escritor y editor de guías de senderismo y escalada en Ediciones Cordillera Cantábrica
– Se han filtrado desde varios medios de comunicación generalistas varias propuestas del borrador de PRUG del Parque Nacional Picos de Europa que limitan el acceso a zonas determinadas. ¿Cual es tu opinión?
Mi opinión, no cabe la menor duda, es sesgada por mis intereses, que son la práctica del montañismo, alpinismo y escalada en el territorio de Picos de Europa, por lo tanto, es totalmente favorable que al montañismo se le de un papel protagonista en el nuevo PRUG del Parque Nacional Picos de Europa. Así podemos leer en su artículo 15: el montañismo se considera una actividad tradicional que contribuye a la conservación y conocimiento del territorio.
Sin embargo, al seguir leyendo en las siguientes páginas el borrador, me da la sensación que el objetivo del PRUG es poner trabas a las práctica de nuestras aficiones. Prohibir el paso en zonas como La Forcadona o el Jou Trasllambrión, es un error, pues forman parte de la historia del montañismo en los Picos de Europa. No hay que olvidar que se pasa por el Jou Trasllambrión si queremos seguir el itinerario por esa vertiente de Casiano de Prado y sus seis compañeros cuando ascendieron a la Torre del Llambrión en 1856. El montañismo es cultura, y prohibir el acceso a una cumbre por ese lugar es ir en contra de la cultura de montaña.
Lo mismo ocurre con La Forcadona, no solo es un paso habitual en la actualidad de montañeros, escaladores y alpinistas, también lo fue en tiempos anteriores, de los pastores y cazadores que habitaban en Picos. Hoy en día el pastoreo casi ha desaparecido gracias a la nefasta gestión del Parque Nacional con dicho colectivo. Parece que también se quieren cargar el montañismo. No hay que olvidar que en el siglo XVII en el concejo de Valdeón, pastaban una media de 16.000 cabezas de ganado al año. Hoy en Valdeón, no pastan más de 400 cabezas de ganado.
Con esto quiero decir, que siempre hubo población en altura, siempre hubo prácticas ganaderas en altura, siempre hubo movimiento de personas en altura. Y cuando digo siempre es desde hace entre cuatro y seis milenios… y ahora nos vienen con que el nevero de la Forcadona…
– Conoces muy bien la zona, has publicado varias guías sobre ella. ¿Donde piensas que se debería de limitar acceso y donde no?
Me sorprende que sea declarada zona de reserva la zona del Jou Trasllambrión y sin embargo a tan solo dos kilómetros lineales exista un teleférico, que es el mayor facilitador para que haya un gran número de personas, una gran mayoría sin preparación, en altura. Solo hay que ver el número de personas que ascienden Peña Vieja o la Torre de los Horcados Rojos y el número de personas que ascienden a la Torre de la Párdida durante un año, por poner un ejemplo de tres cumbres con una dificultad similar. Vas a la canal de La Duernona y no te encuentras a nadie, a Ozania menos, la canal de Treslelleres la recorres con un silencio absoluto. Por lo tanto, el esfuerzo personal, parece ser el factor a tener en cuenta para que haya más o menos gente en altura. Si se quiere que Picos de Europa tenga la menor presión posible de presencia humana, está bien claro lo que hay que hacer: que sea el esfuerzo personal el que te permita llegar a un lugar.
Lo que es curioso es que tanto Asturias, como Cantabria y Castilla León utilizan el icono de Picos de Europa en sus campañas de publicidad para atraer a turistas, montañeros, alpinistas… y ahora parece que la presencia humana en algunos lugares no interesa. Es todo contradictorio.
-¿Qué ves de positivo en lo que se conoce del PRUG y donde no se está actuando?¿Habría que restaurar alguna zona, como explotaciones mineras abandonadas, o similares?
Parto de la base que la categoría del espacio ya lo tenía antes de que fuese Parque Nacional, gracias a la racional gestión del territorio realizada por sus habitantes durante milenios. El deterioro del territorio se produjo con la entrada de los grandes capitales, relacionados con la actividad minera. El Parque Nacional mira para otro lado respecto a el desastre ocasionado por la práctica minera durante más de un siglo: un ejemplo bien claro es la mina de Las Manforas; su balsa de finos en medio de un Parque Nacional es un claro ejemplo del «paripé» de quienes lo gestionan.
Otro ejemplo de «paripé» son la líneas de alta tensión. La Sierra de Beza en el nuevo PRUG es zona restringida, sin embargo al lado, a doscientos metros, hay una línea de alta tensión, la que va encima todo el tiempo de la milenaria Senda del Arcediano y que pasa por majadas con un alto valor etnográfico como Toneyu o Saúgu. Pero esto no interesa, nos centramos en el Jou Trasllambrión, La Forcadona… y no nos centramos en lo realmente contamina en este espacio.
Por otro lado, olvidarnos de la historia de la minería de Picos…qué forma de desaprovechar recursos. En el macizo de Ándara, es una lástima que no se actúe con fórmulas atractivas para el turismo de arqueología industrial, como se hace en otros territorios. Hace décadas se señalizaron los pozos para que las personas y el ganado no cayeran por ellos y nada más…todo dejado al abandono. Dejado al abandono es una sensación que tengo muy a menudo cuando visito este territorio. Abandonadas las majadas, abandonados los pastos, abandonados recursos turísticos futuros, abandonadas las sendas… la gestión de todos estos años solo se ha preocupado de dar cobertura a los grandes (solo hay que ver el nuevo plan de acceso a los Lagos), y lo disfrazan muy bien con el PRUG.
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